MARIA FUX
Esta gran bailarina, dice que el arte de
bailar está hecho
necesidad humana de expresar nuestros sentimientos a través de él.
Los
discapacitados, los ancianos, los niños, etc. Bailar es creer
en uno mismo y
traspasar los límites impuestos por nosotros
mismos. Nos hace conocernos y lograr
asimilar cada movimiento de
nuestro cuerpo con precisión. Este arte llena el
alma así lo describe la
artista, que su meta es enseñar lo que ella mejor sabe
hacer y
transmitir su filosofía.
¿Qué es la danzaterapia?
``Es decirle al cuerpo “Sí, puedo”, aún con sus propios límites; es explorar los lugares que no se conocen; es compartir, con la gente que tiene más problemas, la búsqueda, extraña y maravillosa, de ese algo del cuerpo que siempre es posible que se mueva.´´
¿Qué es la danza clásica?
``Es un pasaje importante pero un pasaje que, finalmente, grandes artistas como Julio Bocca o Maximiliano Guerra han sentido la necesidad de atravesarlo. El arte no puede vivir lejos del mundo que le toca vivir. No vivimos en cortes de príncipes encantados, ni creemos que Pegasos voladores nos llevan a un castillo de ensueño. Eso es una etapa concluida. La vida es un cambio permanente. Yo vivo lo que sucede en el mundo. Las imágenes de lo que pasó en la escuela de Rusia no se me van a olvidar nunca. Me siento parte de la injusticia; me atormenta que los chicos estén en la calle y los ancianos sin un lugar para dormir. Es verdad que no puedo hacer todo, pero, con lo mínimo que puedo hacer a través de mi arte, en la Argentina y en el extranjero, doy esa parte de vida que me toca. Lo que pasa es que las personas que trabajamos en danza contemporánea, es decir, danza a la altura del siglo que nos toca vivir, no tenemos la suficiente difusión. Pero no importa: paso a paso, piso a piso; lentamente las cosas van cambiando. Cada uno hace la revolución como puede. Yo, dentro de mis límites, también hago la revolución.´´
``Es un pasaje importante pero un pasaje que, finalmente, grandes artistas como Julio Bocca o Maximiliano Guerra han sentido la necesidad de atravesarlo. El arte no puede vivir lejos del mundo que le toca vivir. No vivimos en cortes de príncipes encantados, ni creemos que Pegasos voladores nos llevan a un castillo de ensueño. Eso es una etapa concluida. La vida es un cambio permanente. Yo vivo lo que sucede en el mundo. Las imágenes de lo que pasó en la escuela de Rusia no se me van a olvidar nunca. Me siento parte de la injusticia; me atormenta que los chicos estén en la calle y los ancianos sin un lugar para dormir. Es verdad que no puedo hacer todo, pero, con lo mínimo que puedo hacer a través de mi arte, en la Argentina y en el extranjero, doy esa parte de vida que me toca. Lo que pasa es que las personas que trabajamos en danza contemporánea, es decir, danza a la altura del siglo que nos toca vivir, no tenemos la suficiente difusión. Pero no importa: paso a paso, piso a piso; lentamente las cosas van cambiando. Cada uno hace la revolución como puede. Yo, dentro de mis límites, también hago la revolución.´´
¿En qué se diferencia la danzaterapia de la
expresión corporal?
``Son muy diversas. La expresión corporal tiene un lenguaje que consiste en un núcleo que se repite permanentemente. La búsqueda de mi campo en la danzaterapia y en la vida se nutre de dudas. A pesar de que he creado un método, no está detenido sino que sigue modificándose. No surge de un estudio psicológico ni terapéutico sino que está unido al arte, al escenario; es un lenguaje que sigue develándose para mí y para los otros. ´´